Bueno este es todo un descubrimiento.
Hace ya algunos meses que las encontré y ya me había olvidado por completo pero yo lo pongo por si alguno de vosotros no lo conocéis y os sirve para algo.
Este es un pack muy útil de 10 esponjas con jabón para los viajes, bueno no solo para los viajes, podéis comprarlas y utilizarlas cuando os de la gana, yo las utilizo para los viajes.
Son súper prácticas, solo tienes que coger una, mojarla un poco hasta que salga la espuma y pasarla por todo el cuerpo. No son reutilizables ya que con una vez que las uses pierden todo el jabón. Limpian muy bien y a pesar de tener un aspecto áspero y tosco no son nada agresivas con la piel.
Las compré en Mercadona y cuestan 1 eurillo!!!!!!
Y ahora os cuento la anecdota y el porque de esta entrada tan curiosa.
Cada vez que viajamos me da mucha rabia tener que llevar tantos botes que si champú, gel, acondicionador... así que lo que hacemos ahora es comprarlos en el lugar donde vamos, jaja y direis "no has descubierto América" y es cierto pero no veas lo bien que se hace la maleta sin tener que llevar los malditos botes a todos los lados.
Pero... y aqui viene el pero, la esponja es otro cantar. Sé que alguno de vosotros no las utiliza, que prefiere el guante de crin o simplemente nada, pero para mi duchita y esponja son inseparables, no puedo ducharme sin restregarme la esponja por el cuerpo.
Resulta que en uno de nuestros viajes hicimos lo de comprar los productos de ducha incluidas las esponjas en el lugar al que viajábamos, que en este caso era mi adorada y añorada Berlin. Como llegamos temprano dejamos las maletas en el hotel y como de costumbre salimos a inspeccionar el barrio, en seguida localizamos un maravilloso y enorme Lidl (allí es la cadena de supermercados por excelencia y nada tiene que ver con el Lidl que conocemos aquí), bien pues ilusionados pasamos para hacer nuestras compras, cogimos la cesta y localizamos enseguida la sección de higiene personal. Como todas las etiquetas estaban en alemán y en ingles no tuvimos mayor problema para comprar lo que se ajustaba a nuestras necesidades, pero..... no había ni rastro de las esponjas. Después de estar dando vueltas y vueltas a la tienda y de no ver por ningún lado las malditas esponjas o guante de crin ya daba igual, preguntamos a una chica que andaba reponiendo y con cara de ignorancia, no sabia porque narices preguntábamos y no era porque nuestro ingles fuese incorrecto o malo, simplemente que esas cosas no las utilizaban, imaginad nuestra cara, no teníamos esponja!!!! y lo peor de todo, por lo que nos decía la chica allí no existía tal cosa!!! buffff nuestras expresiones faciales se tornaron en disgusto, pero no nos resignamos a tener que limpiarnos con las manos, así que teníamos que suplir la falta de esponja con algo. Ni cortos ni perezosos nos fuimos a la sección de limpieza del hogar y como todos os imaginareis fuimos a mirar los estropajos... jajajaja si, estropajos, pero allí no hay tanta variedad como aquí, que si para vitrocerámica, el normal, para sarténes.. etc.. allí solo tenian el estropajo de toda la vida, el áspero, lo cogimos e hicimos la prueba en una de nuestras manos, frotamos un poco y casi llegamos al hueso... jajajajaja, así que descartamos la idea del estropajo, pero..... giramos sobre nuestros talones y vimos una estantería lleníta de bayetas de todos los colores, de todas las marcas, de todos los géneros.. jajajay en nuestras caras se dibujó una sonrisa, cogimos un pack donde venían 10 bayetas de diferentes colores y ya con nuestra compra hecha y satisfechos por haber podido solventar el problema de la esponja nos dirigimos al hotel para relajarnos.
Como es evidente la ducha fue todo un show, resulta que la bayeta no retiene el gel y aunque la extiendas con la mano es tan densa que no hace espuma, por no decir que no se desliza por la piel como es debido, que pobres ignorantes, eso nos pasa por no habernos lavado antes con bayetas... jajajaja así que todo un fracaso, las utilizamos como pudimos con la esperanza de encontrar al día siguiente otro sitio donde tuvieran esponjas normales de las de toda la vida.
Al día siguiente la búsqueda fue infructuosa, pasamos a todas las tiendas que vimos y nada ni rastro de las esponjas, otro día más duchándonos con las bayetas.
Pero al tercer día vimos justo al lado de la catedral una mini tienda con souvenirs y vimos una espectacular esponja con la forma del famoso muñequito verde que tienen los semáforos de Berlin que es este,
felices y contentos pasamos a la tienda a comprar la dichosa esponja pero cuando vimos el precio casi nos da un ínfardo de miocardio, 8 euros!!!!!!! por una esponja!!!!! ni de coña, en eso estuvimos de acuerdo, nos fuimos de la tienda con nuestros 8 euros en el bolsillo pero sin la esponja.
Ese día se nos hizo de noche y nos encontrábamos cerca de la estación central cuando vimos una tienda Douglas o eso me pareció leer a mi, como enloquecidos fuimos derechos a la sección de higiene personal y buscamos, pero nada ni rastro de nada con lo que poder lavarse, cuando nos disponíamos a irnos bajé la mirada y en una cesta metálica, allí estaba, solitaria la pobre UNA ESPONJA!!!!! sonaron vítores, echanron serpentinas a nuestro alrederor. El precio de lo más razonable, sin pensarlo la cogimos y por fin pudimos ducharnos como es debido.
Así que después de esta odisea la esponja es lo primero que entra en la maleta, nos podremos olvidar cualquier cosa incluso la maleta, pero la esponja jamás de los jamases y ahora con este descubrimiento llevamos esponja y jabón a la vez.
Besos.
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